En el anterior artículo expliqué algunas de las señales o fenómenos relacionados con la actividad demoníaca, ya sea en influencia, opresión o posesión.
Explicamos que una persona puede ser sensible a estos fenómenos si es que se abren "las puertas" espirituales para su actividad. No obstante, el demonio no solo ataca si uno mismo lo llama a su vida. El demonio puede victimar sobre una persona, aunque hoy en día pocos crean en eso, a través de la brujería.
Primero lo primero; una persona que está en constante comunión con Dios, que ora, que está fortalecida en la fe, que acude a la palabra de Dios, que es consciente de su identidad como ciudadano celestial e hijo de Dios, por más brujería que se le aplique, el efecto será nulo, y si es que existe algún tipo de manifestación o efecto, será mínimo, leve y breve, es decir, insignificante. Lo más probable es que exista algún tipo de manifestación, (por permisión de Dios), usualmente puede ser en sueños, para que la persona se alerte y esté al tanto de que no es tiempo de bajar la guardia.
Lo trágico es que la mayoría de personas no tiene una relación personal con Jesús, no leen la Biblia, no saben lo que es orar, mientras que la brujería es tan popular como los bombillos eléctricos y lo que es peor aún, este tema se va mitificando, al igual que la creencia en Dios y los demonios, y en consecuencia, los espíritus demoníacos, bajo estos conceptos que manejan las personas, se mueven a sus anchas.
Estuve conversando con una muchacha que tuvo contacto con brujería y espiritismo y me comentó un fenómeno, que para mí era novísimo y muy extraño. Me contaba de que luego de haber "jugado" se fue a dormir con una amiga suya y en medio de la noche, "algo" las destapó. Es uno de los fenómenos que debo incluir en la lista, pues recientemente conocí a una muchacha que sospecha ser víctima de brujería y pasó por lo mismo: En medio de la noche, "algo" la destapó; pero no hablo de algo que apenas se sienta, sino que es una reacción violenta. Las frazadas son jaladas con fuerza de manera que la persona queda destapada.
Otro de los fenómenos que usualmente las personas perciben, es la sensación de inmovilidad, pero no sin "explicación" alguna, sino que suelen sentir el peso de alguien que no las deja moverse. Una amiga muy querida para mi, me contaba (cuando aún desconocía estos temas) que usualmente pasaba por eso, a veces simplemente no sabía porque no podía moverse, o a veces llegaba a distinguir la sombra de alguien sentada sobre sus piernas restandole movilidad.
¿Puede realmente la brujería hacer daño?. Si, ¿pero, cómo?. a través de la manipulación de espíritus. ¿Qué es la manipulación de espíritus?. En lineas generales, la manipulación de espíritus es en realidad la manipulación del hombre. Los espíritus le hacen creer al brujo que es él quien los domina y el brujo(a) se vale de estos para llevar a cabo sus macabros planes, entre ellos: "amarres amorosos", enfermedades, destrucción de imagen personal y demás servicios que ofrecen los brujos. Por esos servicios cobran dinero (mucho dinero) y creen que los espíritus están a su servicio y lucran y se enriquecen a costa de ello. Pobres hombres, no se dan cuenta que los que sirven son ellos y que aún más, son sus esclavos y condenan sus almas por la iniquidad que reina en sus corazones.
Hablando en primera persona, digamos que una persona acude a un brujo para hacerme un "hechizo", pues, el primer perjudicado no voy a ser yo, sino la persona que acude al brujo para hacerme daño y así mismo, el brujo(a).
Ahora, así como en los televisores, en los minicomponentes o automóviles, hay brujería barata y brujería de alto vuelo o de grueso calibre, como quieran llamarlo. Hay brujos quienes tratan con "espíritus de la naturaleza" o "espíritus locales (andinos, selváticos, de las montañas)", "espíritus del amor", "de la prosperidad", son estos, los que practican desde mi punto de vista, la brujería barata. Sin embargo, existe otro tipo de brujería, en donde los brujos son conscientes de las fuerzas oscuras, del origen del poder de la verdadera brujería y van directamente a la fuente, acuden a tratar con Lucifer, Satanás, Belial, Lilith, Amodeo, Zabulón, Azazel, Mammón, Beelzebub, o cuantas potestades puedan nombrarse, reyes y señores de la perdición, vanidad, lujuria, mentira, ambición, corrupción, gula, etc.
Lo que usualmente hacen estos tipos, son pactos satánicos. Condicionan el destino de su alma a cambio de tener el favor de los demonios para que su "brujería" sea más "efectiva y poderosa". La diferencia con los brujos de "poca monta" es que éstos están más arraigados a Satanás, debido a que recurren a él mismo, en cambio los otros, inocentemente creen que existen espíritus del amor, de las montañas, creen que son espíritus benefactores que están en favor de ellos y que con "pagas" a la tierra o cosas por el estilo, trabajaran para ellos. Todo tiene el mismo origen: Satanás.
